Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst

Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.

Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.

dilluns, 23 de juliol del 2007

Sobre Piqué

¿Quién ocupará la derecha catalana tras Piqué? de Manuel Manchón a Expansión

La nueva dirección del PP catalán, con Daniel Sirera al frente, quiere seguir un camino propio, sin fisuras con el PP nacional, en la política catalana. Pero deja un flanco abierto que podría aprovechar Duran Lleida si se rompe CiU tras las generales.

Fábula del alquimista Piqué, de Francesc-Marc Álvaro en La Vanguardia

El drama de Piqué es que ha gustado más a los votantes del resto de los partidos que a las bases del suyo. Para el fan de los hermanos Fernández Díaz o de Vidal-Quadras, Piqué siempre ha sido demasiado ambiguo, blando y alambicado. Sospechoso, en suma, de llevar otra ideología de contrabando.

El PP se tira al monte en Catalunya, de Jordi Juan en La Vanguardia:
¿De quién fue la culpa? ¿De una mala gestión del partido de Vendrell o de la belicosidad de Aznar en todos los frentes y la mala administración política del 11-M? Me inclino a pensar más en esta segunda opción.

P de Piqué, de Xavier Bru de Sala en La Vanguardia:
Sin Piqué, el PP catalán tomará otro rumbo, u otros rumbos, ya que un partido sin manos firmes y hábiles al volante puede tomar más de un rumbo a la vez. En cambio, en Ferraz se va a notar por pasiva, lo cual exige todo un párrafo, que va a ser el siguiente, después del punto y aparte.

El seductor, de Màrius Carol en La Vanguardia
Pocas cosas le molestaban más al seductor Piqué que en sus entornos se le preguntara qué hacía un tipo como él en un partido como ése. Más allá de las legítimas ambiciones, estaba convencido de que desde la derecha se podía modernizar España y de que, con la complicidad de España, se podía relanzar Catalunya.