“Suceda lo que suceda, ETA siempre podrá alegar a partir de ahora que el 30 de diciembre de 2004 un parlamento elegido democráticamente por los vascos acordó liquidar el Estatuto de Guernika y emprender el camino de la autodeterminación. Si Ibarretxe no lo consigue por las buenas, ellos se sentirán expresamente legitimados para seguir intentándolo por las malas. Ésta y no otra es la verdadera dimensión de la tragedia”