Me dirán mis amigos políticos que Boadella es un payaso. ¿Y ellos? ¿Acaso no estamos viviendo el arte del vodevil en todas las reuniones bilaterales de estos días? El poder tiene una intuición de futuro, pero no siempre la aplica con la razón. El arte, por el contrario, abjura de la razón, pero también se nutre de la intuición. ¿Qué ha pasado en Catalunya para poder prescindir de Boadella, como antes se prescindió de D'Ors o se marginó a los escritores de lengua castellana? Miren: sé perfectamente en el país en el que vivo y en la lengua en la que escribo y hablo. Pero vamos mal si a los hombres y mujeres de cultura les ponemos piquetes en la puerta de los teatros o si se impide hablar a supuestos adversarios en las aulas magnas. Yo no quiero a Boadella: simplemente le necesito para que me permita ver lo que mis extrañas pasiones catalanes me llevan a olvidar. Necesito a Boadella para que me diga si los que se oponen al Estatut son gigantes, molinos de viento o el Empire State Building de Manhattan. Nuestra libertad se justifica en la suma de todo, incluso de lo que no nos gusta.
(Josep Pla)
dissabte, 14 de gener del 2006
Barril: "necessito a Boadella perquè em digui si els que s'oposen a l'Estatut són gegants, molins de vent o l'Empire State Building de Manhattan"
Chapeau! Un article valent de Joan Barril que val la pena llegir: