dilluns, 21 de maig del 2007

Nacionalisme i populisme

Mario Vargas Llosa, a l'ABC:
El nacionalismo, lo mismo el centralista que los periféricos, es una catástrofe en todas sus manifestaciones. Eso ya lo sabemos. Claro que es una enfermedad; en la práctica, un rechazo del otro porque es la aspiración completamente utópica de ir hacia sociedades racial, religiosa o ideológicamente homogéneas. Y eso no es democrático y, además, no es realista, porque todas las sociedades han evolucionado y se han diversificado extraordinariamente, que es lo que la globalización significa, un fenómeno del que nadie puede apartarse. Creo que, en última instancia, el nacionalismo está reñido con la democracia. Aunque hay que diferenciar el nacionalismo de pistoleros terroristas del nacionalismo burgués de CiU o del PNV. Pero si usted escarba en las raíces ideológicas del nacionalismo, éstas son un rechazo de las formas democráticas, un rechazo a la coexistencia en la diversidad, que es la esencia de la democracia. Por eso yo combato el nacionalismo en todas sus manifestaciones.