Hay un fondo emocional. El negro Zapata no es su muerto. Ni de él ni de su pensamiento base. Tengo una historia. El 25 de mayo de 1972 murió en la cárcel habanera de Castillo del Príncipe, después de una larga huelga de hambre, Pedro Luis Boitel. El precedente. Estos días he buscado su historia por ahí. Empecé por los periódicos. Nada en el Times. Nada en España. Nada en google news archives. Nada. Hasta que di con una carta de un lector en el Chicago Tribune. La firmaba un exiliado cubano, Diego Medina. Llevaba este párrafo: «Tras ser hallada no culpable de los cargos de asesinato y conspiración por un jurado de Estados Unidos, Angela Davis declaró: “Renovaremos la lucha contra la opresión” y añadió: “Hasta lograr la libertad de todos los prisioneros políticos y de aquellos que están oprimidos”. Davis debería saber que no hay peor opresión a lo largo de la historia de la humanidad que la que trajeron los regímenes comunistas. Un ejemplo reciente de este comportamiento bárbaro fue el asesinato [sic] de un joven líder estudiantil, Pedro Luis Boitel, acusado únicamente de oponerse al régimen de Castro.»
¡Angela Davis!, casi me mareo. Angela Davis y Pedro Luis Boitel. Ésa es la historia y no hay otra historia. Los héroes comunistas y los torturados por los comunistas. Nadie supo en el mundo que Boitel había muerto. La situación llega fácil y suavemente hasta nuestros días. No sólo es el presidente de Europa. Ahí está la burocrática cobertura de agencias que el Times está dedicando a la muerte del albañil Zapata. Ahí está el silencio de Obama: ¡ni siquiera de negro a negro! Cuba. El patio trasero. En efecto: el patio trasero moral de la izquierda.
(Josep Pla)
divendres, 26 de febrer del 2010
Zapata no és el mort de Zapatero
Arcadi Espada, parlant de la mediocritat política que es Zapatero: