dijous, 29 d’abril del 2010

Cristina Fernández de... Perón

El diari argentí Clarín va donar suport al president Néstor Kirchner des que va arribar a la presidència l’any 2003. Però a partir de la crisi agropequària del 2008 va adoptar una línia crítica amb la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Aquest canvi editorial ha estat considerat una traició i ha portat el govern a declarar la guerra al diari. Una guerra bruta que no estalvia ni els fills adoptius de la propietària del diari, utiltizats pel poder polític en un intent d’acusar Ernestina Herrera de Noble d’haver-los “robat” durant la dictadura militar.

A les acusacions públiques contra la propietària de Clarín se sumen campanyes anònimes contra el diari i els seus redactors. Els últims temps han aparegut, com es veu a la foto, uns cartells anònims pels carrers de Buenos Aires que diuen: “¿Se puede ser periodista independente y servir a la dueña de un multimedio que está acusada de apropiación de hijos de desaparecidos?". Sota el text, hi ha impreses les fotografies d’una desena de periodistes i col·laboradors de Clarín. Tot al més pur estil de Perón.

La pressió ha estat tan forta que els dos fills d’Ernestina Herrera han sortit a la llum pública per denunciar la persecució governamental. Ho han fet amb una carta, publicada a diversos diaris argentins, i a través de la televisió.



Somos Marcela y Felipe Noble Herrera, hijos de Ernestina Herrera de Noble.

Últimamente escuchamos, vemos y leemos cosas que no son ciertas. Hablan de nosotros sin conocernos, sin saber cómo somos, qué pensamos o qué sentimos.

Nunca quisimos hacer de nuestra intimidad algo público. Pero nos sentimos maltratados y no queremos que nos lastimen más. Por eso, ante tantas falsedades, decidimos escribir esta carta y contarles la verdad.

Nuestra madre es directora de Clarín, diario que hoy soporta una campaña muy fuerte de ataques oficiales. Y nosotros tenemos miedo de habernos convertido en una pieza más de esa embestida. Pero más allá de todo eso, para nosotros nuestra madre es simplemente nuestra madre.

La persona que hace 34 años, en uno de los mayores actos de amor que existen, nos eligió como hijos. La que siempre nos habló con la verdad. La que desde que tenemos uso de razón, nos dijo que somos adoptados.

Con ella construimos lo más importante que tenemos: una familia. Gracias a ella aprendimos desde chicos a valorar las oportunidades y a conocer las responsabilidades. Nos inculcó los valores y nos dio las herramientas para desarrollarnos como personas. Nos educó en la libertad para elegir nuestro propio camino en la vida.

Desde hace años vivimos algunos episodios que no buscamos pero que tratamos de afrontar con serenidad. Nuestra identidad viene siendo manoseada por intereses políticos, ajenos a nosotros.

Todo eso nos marcó y nos hace sufrir. Pero también sirvió para reafirmar lo que sentimos y lo que pensamos. El vínculo con nuestra madre es para nosotros lo más importante. Como tantos hijos adoptados, no conocemos nuestro origen biológico, pero como cualquier persona hemos forjado nuestra identidad a lo largo de nuestras vidas.

Nunca tuvimos ningún indicio concreto de que podamos ser hijos de desaparecidos.

(...)