Texas alberga la sede de 64 compañías de la lista Fortune 500, en contraste con las 56 de Nueva York y las 51 de California. Obtuvo el liderazgo en 2008, con gigantes como AT&T, ExxonMobil y Dell. Nueva York sigue siendo la ciudad con más grandes empresas (43), seguida de las ciudades texanas Houston (27) y Dallas (14).
La pujanza de Texas se atribuye a sus impuestos bajos y a su clima regulatorio favorable a la inversión. El gobierno estatal no carga ningún impuesto sobre la renta adicional al impuesto federal (Nueva York carga un 8,97% y California un máximo de 10,3%). El impuesto sobre beneficios es del 5%, contra el 7% en Nueva York y cerca del 9% en California.
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El voto con los pies ratifica el éxito de Texas. Austin, Dallas y Houston están entre las principales ciudades receptoras de inmigrantes cualificados del resto del país.
El creciente intervencionismo del Gobierno federal está alienando a muchos conservadores, algunos de los cuales empiezan a ver con buenos ojos la posibilidad de escindirse de la Unión.
(Josep Pla)
dilluns, 21 de juny del 2010
De Detroit a Texes
Albert Esplugas: