dimecres, 2 de juny del 2010

La “Flota de la llibertat”, una victòria segura

GEES - Grupo de Estudios Estratégicos
Los organizadores de la «Flota de la Libertad» sabían lo que hacían. Una vez puesta en marcha sólo cabía la victoria. Si el gobierno israelí cedía al chantaje «humanitario», el bloqueo militar se rompería y, tras esta expedición, llegarían otra y otra, consolidando la humillación de una potencia militar a manos de unos supuestos cooperantes y facilitando el rearme de Hamás desde Irán.

Si se interceptaba el acto sería retransmitido en todo el mundo por los periodistas afines allí embarcados, presentando a Israel, una vez más, como un estado que utiliza la fuerza contra civiles sin sentido de la proporción.

En la guerra asimética la distinción entre civiles y militares resulta inútil. No hay militares. ¿Es Osama bin Laden un general? ¿Son las brigadas Al Qasam unidades convencionales? Se trata se situar el conflicto allí donde interesa al atacante y donde más fácilmente pueda ser sometido el atacado.