Visca la Catalunya del carrer
Aquesta vegada, Sardà ho broda:
Resulta que han recortado el Estatut. Poco, pero lo han recortado. Ahora, los políticos dicen la suya. Hay drama. Hay drama en la clase política. No en la calle. Cada líder político dirá y hará lo que más le convenga de cara a las próximas elecciones catalanas.
Televisión. El partido España-Portugal arrasa en Catalunya. El programa sobre el recorte estatutario fracasa.
Esto es la calle. Esto es la gente. Por suerte.
En psicología, lo primero que enseñan a cualquier paciente es que tiene que aprender a convivir con la frustración. Cuanto más alto es el nivel de frustración que puede asumir una persona, más posibilidades tiene de mantener un cierto equilibrio psicológico. Con los países pasa lo mismo.
En un país, el Parlamento autonómico redacta un Estatut, el Parlamento nacional (Congreso y Senado) lo aprueba. Se vota. El Tribunal Constitucional lo retoca. Drama. No queremos que nos toquen nada. Ahora nos manifestaremos y un cuantos romperán el mobiliario urbano de los catalanes y la manifestación acabará a hostias.
Los independentistas de alta velocidad, contentos, y los españolistas irredentes, también contentos. Los otros, frustraditos, pero viendo el fútbol. Por cierto, una selección nacional llena de jugadores del Barça. Por suerte, la cotidianidad se impone. Que dure.