Hasta que los medios decidieron hacerle caso, Jones era un locuelo desconocido, un figurante secundario más del gran teatro fundamentalista del mundo, ese arco que arranca en los partidarios de Kim-Il-Sung y llega hasta Timothy McVeigh, pasando por el presidente de la República Islámica de Irán. Hoy es portada en medio mundo. Catalunya Informació, emisora de noticias 24 horas, abría sus boletines con esa historia cada media hora esta mañana. Lo mismo las noticias en la tele…
Por favor.
Es pura mieditis occidental. Y no lo digo en plan machote, no. Lo digo avergonzado. Porque si Jones hubiera amenazado con quemar camisetas del UF Baseball Club, un equipo local de beisbol de Gainesville, ni sabríamos quién es. Si hubiera decidido quemar crucifijos, lo mismo. Entonces ¿cuál es el motivo por el que Jones es importante? Lo ha hecho importante nuestro canguelo y nuestra irresponsabilidad. ¿O alguien cree que los fundamentalistas necesitan un Jones para atentar?
(Josep Pla)
divendres, 10 de setembre del 2010
Cretinisme mediàtic
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