El sistema educativo está siempre en crisis en la mayoría de países. Los culpables suelen ser los típicos: un sistema ineficaz, unos colegios inútiles, unos padres irresponsables, unos alumnos vagos. Ahora en Estados Unidos van a probar con un responsable nuevo: los profesores. Parece lógico que la poca eficacia de los maestros pueda causar la pobreza de un sistema educativo. Pero no se habla de eso. En España nunca he oído cuando alguien dice “la escuela va mal”, que luego diga “porque los profesores son malos”. Arne Duncan, el atrevido secretario de Educación de Obama, ha dicho: “Es la ola del futuro. Es hacia donde tenemos que ir -ver qué funciona y qué no [con los profesores]. Parece sentido común, pero es revolucionario”. Es una de las propuestas estrella de Obama para estos meses.
Una vez conocí a una finlandesa. Quería ser profesora. Era una de las carreras más difíciles de entrar. La formación requerida era sobre todo pedagógica. En España es justo lo contrario. Cuando alguien estudia historia o física y no alcanza su objetivo, se conforma con ser profe. Es a menudo un mal menor. Sus futuros alumnos acabarán pagando su falta de vocación.
En Estados Unidos hay una organización, Teach for America, que hace años que se dedica a analizar cómo es un buen profesor. Ahora acaban de publicar unos datos extraordinarios. En este artículo de The Atlantic dan los detalles. Teach for America se dedica a reclutar a profes para zonas pobres. En sus campañas de contratación, buscan en los candidatos sobre todo dos cosas: perseverancia y satisfacción. La perseverancia significa compromiso con objetivos a largo plazo, que es el objetivo de la educación; la satisfacción en la vida de cada cual es el mejor modo de trasladar entusiasmo.
(Josep Pla)
dilluns, 14 de març del 2011
La "revolució educativa" d'Obama compta amb el suport dels republicans
L'Obamania que encara arroseguen els mitjans de comunicació de casa nostra continua intentant presentar-nos com a èxits els fracassos de la política del president demòcrata nord-americà. Paradoxalment, però, d'aquells aspectes que podrien resultar més interessants de la seva política, com és el cas de l'educació, no s'en parla. Potser perquè xoquen amb la rígida concepció socialdemòcrata que aquí tenim de l'escola: