Paraula de dona
Arcadi Espada:
Después de una larga lucha periodística, política y jurídica han conseguido que, en la mayoría de delitos sexuales, baste la palabra de la mujer. No solo para fundamentar una opinión, sino para legalizar una sentencia. Su presión ha tenido una doble cara: ha permitido castigar a los culpables, pero también ha arruinado la vida de algunos inocentes. No es hora de evaluarla. Es hora de decirles a esas mujeres, de París o de Madrid, que en la habitación del Sofitel tambien ellas, y no solo DSK como parece, dejaron muestras envilecedoras de su verdadero ADN.