ETA ha debido de ser una de las pocas organizaciones terroristas que no ha tenido respaldo del régimen libio. Hubo, eso sí, contactos entre el gobierno de Trípoli y ETA a principios de los años ochenta para estudiar las posibilidades de colaboración.
El régimen de Gadafi ofreció su apoyo a la banda terrorista como se lo había ofrecido a otros muchos, entre ellos el IRA, que recibió importantes cargamentos de armas. Pero Gadafi exigía contrapartidas a los etarras.
Quería que la banda realizara algunas actuaciones en Europa por encargo de Libia, algo que Josu Ternera, entonces responsable de los contactos internacionales de ETA, no vio claro. A diferencia de la rama político-militar, que se dejó enredar en las andanzas por Europa del famoso terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos o el Chacal, la rama militar se mostró más desconfiada y recelosa. Se llevaba bien con los grupos latinoamericanos y con las organizaciones de impronta nacionalista, como los palestinos o el IRA, pero guardaba sus distancias con los revolucionarios europeos. Y la propuesta de Gadafi de cobrar en especie contrapartidas por la ayuda que podía ofrecer no convenció a los dirigentes de ETA. Por eso el acuerdo entre ETA y el revolucionario Gadafi no se consumó.
(Josep Pla)
dijous, 20 d’octubre del 2011
ETA i Gaddafi
Florencio Domínguez: