dijous, 10 de novembre del 2011

Contra els referèndums

Arcadi Espada:
Cuando el que gobierna ha calculado mal llama al pueblo para que le ayude a corregir sus errores, incluso sus errores más profundos, como de naturaleza. Felipe González necesitó al pueblo para que lo convirtiera en un hombre nuevo, incrustado en la Otan, en un ejemplo clásico sobre el torvo carácter instrumental de las llamadas consultas populares. El referéndum pretende conseguir por la adhesión lo que el gobierno no supo o no pudo conseguir por la razón. Es significativo que, a diferencia de las elecciones libres, el referéndum conviva plácidamente con las dictaduras. Franco fue un experto feliz en consultar al pueblo. Como tantos otros de su estilo, solo concebía el gobierno por adhesión, en un sentido casi etimológico. Todos los nacionalismos sueñan con un referéndum llorón y victorioso. No debe extrañar, porque el referéndum solo es la continuación de la guerra civil por otros medios. Nada divide a una comunidad como ese estúpido binario si/no con que el nacionalista cree colmadas sus fantasías