El dia que va acabar la vista oral de l’11-M la premsa oficialista va sentenciar que durant les sessions del judici havia quedat totalment desacreditada la teoria de la conspiració. Pel contrari, pels mitjans seguidors de la teoria conspiracionista, en el judici havia quedat clara la inconsistència de la posició oficial. En realitat, el que ha quedat en evidència en la vista oral ha estat el grau d'incompetència demostrada, en diversos aspectes clau, tant per la policia, com per la fiscalia o el jutge instructor. Fins el punt que els observadors més neutrals del judici van expressar el seus dubtes sobre la possibilitat que es pugui condemnar alguns dels acusats donada la poca consistència de les proves presentades. Avui, el fiscal de l’Audiència Nacional,
ha expressat la mateixa preocupació:
Javier Zaragoza, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, vaticinó que algunos de los 28 procesados por los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004 en Madrid podrían ser absueltos. Es posible que "alguna prueba no tenga la suficiente carga incriminatoria como para condenar a alguien", dijo Zaragoza a Radio Nacional de España (RNE). Este sería el caso del marroquí Jamal Zougam, considerado uno de los autores materiales de los ataques.
Sobre el judici també n’ha parlat en una
entrevista Alfonso Guevara, un dels magistrats del macrojudici:
-¿Cuál es el momento más duro que ha vivido en el juicio?
El día de las víctimas, porque algunas venían preparadas para hacer un discurso político que estaba fuera de todo lugar. Traer un papel y empezar a hablar de la condena del señor Aznar estaba fuera de lugar, porque no se estaba juzgando al señor Aznar. Son de esas cosas que entran por un oído y salen por otro. Daba vergüenza ajena.
-¿Le ha sorprendido el papel jugado por algunas acusaciones?
Lo que me ha disgustado es que tanto las acusaciones como alguna defensa han tratado de poner sobre la mesa asuntos ajenos al tribunal. Para nosotros, lo que pensara el Ministerio de Interior a las once, las doce o la una del 11-M es una cuestión totalmente ajena. Nos da exactamente igual. Si querían, que lo hubiesen debatido en el Parlamento. Eso sobraba, era más de cara a la galería y hemos estado sesiones enteras. Deberíamos habernos limitado a las cuestiones jurídicas, y no políticas.
-¿Quien lea el fallo dentro de unos meses sabrá lo que de verdad ocurrió el 11-M?
Tratamos de establecer la verdad jurídica, que no tiene porqué coincidir con la verdad. No estuvimos ahí. Tratamos de no equivocarnos, pero si hay otras cosas, eso no lo sabemos. Nos limitamos a deducir la verdad de las pruebas.