Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst

Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.

Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.

dilluns, 10 d’abril del 2006

Quina pot ser la raó de la espanyolofòbia?

Aquesta és la resposta de Miquel Porta Perales:
Propongo dos respuestas: psicológica y política. Empecemos por la psicología. O, mejor, por la psicopatología. La explicación psicopatológica remite a la falsa conciencia. El españolófobo estaría dotado de una falsa conciencia, de una conciencia ignorante, distorsionada y fragmentada que le conduciría a una valoración selectiva de la realidad que se traduciría en la descalificación sistemática, metódica y acrítica de lo considerado como ajeno. En otros términos, la españolofobia deviene un precepto, una mandato, una orden una instrucción de obligado cumplimiento para afirmarse a sí mismo y descalificar al Otro. En síntesis, la explicación psicopatológica remite a la idea de fanatismo. La españolofobia es un fanatismo y el españolófobo un fanático. La explicación política remite a una idea tan cara al nacionalismo catalán como es el victimismo. En efecto, la españolofobia es un elemento fundamental en la invención, construcción y caracterización de un enemigo absoluto al cual se atribuyen una serie de características como pueden ser la maldad, el expansionismo, la extorsión o el deseo de homogeneización. La españolofobia es, de hecho, el elemento justificatorio fundamental del victimismo catalanista. Una españolofobia y un victimismo que brindan una serie de réditos ideológicos que, a fin de cuentas, se traducen en réditos electorales. Por decirlo «clar i català», la españolofobia, más allá del aspecto psicopatológico de la cuestión, da votos. Y permite la supervivencia de unos políticos y partidos que defienden al ciudadano ante ese imaginario absoluto llamado España. En definitiva, la españolofobia es una buena inversión para una gente que, de lo contrario, engrosaría las listas del desempleo.