José Piñera, exministre xilè de Treball i Previsió Social, responsable de la privatització de les pensions al transformar el sistema de repartiment en un de capitalització, és un dels artífexs del sanejament econòmic de Xile. Piñera, i altres com ell, es van inspirar en les idees econòmiques del recentment traspassat Milton Frideman. Ara, i en la seava memòria, Piñera publica en castellà
la carta que Friedman va enviar a Pinochet recomenant un seguit de mesures per sanejar l'economia xilena i portar el país camí de la prosperitat. Unes mesures que els resultats han demostrat encertades. Reprodueixo aquí només la part final de la carta. A la primera part és on Friedman exposa el diagnòstic i la teràpia.
Un programa de shock como este podría eliminar la inflación en cuestión de meses. También fundaría las bases necesarias para lograr la solución de su segundo problema- la promoción de una efectiva economía social de mercado.
Este no es un problema de reciente origen, sino que surge de tendencias al socialismo que comenzaron hace 40 años y que alcanzaron su lógico, y terrible clímax, durante el régimen de Allende. Ustedes han sido extremadamente sabios en la aplicación de las muchas medidas que ya han tomado para revertir esta tendencia.
La eliminación de la inflación llevará a una rápida expansión del mercado de capitales, lo cual facilitará en gran medida la privatización de empresas y actividades que aún se encuentran en manos del Estado.
El más importante paso en este sentido es la liberalización del comercio internacional para, de este modo, proveer de una efectiva competitividad a las empresas chilenas y promover la expansión tanto de las importaciones como de las exportaciones. Lo anterior no sólo mejorará el bienestar del chileno común al permitirle adquirir todos los bienes al menor costo, sino que también disminuirá la dependencia de Chile en un sola exportación de importancia: el cobre. Quizás la mayor recompensa en esta área se obtendría a través de la liberalización de la importación de vehículos motorizados.
Estoy conciente de que su Gobierno ya ha dado pasos importantes y planea otros futuros en orden a reducir las barreras al comercio internacional y a liberalizarlo, y que, como resultado de ello, la ventaja competitiva real de Chile se refleja mejor en éste hoy que en las décadas pasadas. Este es un gran logro. También veo que en esta área existe un fuerte argumento a favor de una gradualización para entregar a los productores chilenos una oportunidad para ajustarse a las nuevas condiciones. No obstante, gradualismo no debe significar quedarse estancado. En mi opinión personal, creo que un buen consejo para Chile sería dirigirse a la liberalización del comercio a una velocidad y en una extensión mucho mayores de las que hasta ahora han sido propuestas. Un comercio totalmente libre es el objetivo final deseable, aunque no sea posible de alcanzar en el más cercano futuro.
Quisiera concluir esta carta diciendo que estoy seguro que Chile tiene un gran potencial. Ha sido un pueblo capaz, letrado, creativo y lleno de energía, que tiene una larga historia y tradición de orden y paz social. Hace unos cuarenta años atrás, Chile, como muchos otros países, incluyendo el mío, se encausó en la ruta equivocada- por buenas razones y sin maldad, ya que fueron errores de hombres buenos y no malos. El mayor error, en mi opinión, fue concebir al Estado como el solucionador de todos los problemas, de creer que es posible administrar bien el dinero ajeno.
Si Chile toma hoy la senda correcta, creo que puede lograr otro milagro económico: despegar hacia un crecimiento económico sostenido que proveerá una ampliamente compartida prosperidad. Pero para aprovechar esta oportunidad, Chile deberá primero superar un muy dificultoso periodo de transición.
Avançant-me a les crítiques que inevitablement es faran contra Fridman per haver "col·laborat" amb el dictador Pinochet, reprodueixo la resposta que a les mateixes ha fet l'economista nòrdic Johan Norberg:
And of course, in the limited space they have few fail to mention Augusto Pinochet. [es refereix a les notes de premsa] But Friedman condemned dictatorship and contrary to many other economists he pointed out the necessary link between economic and political freedom. He said that one of the reasons to advocate economic liberal reforms in Chile was so that it would create a foundation for rebuilding democracy (and he also happened to be right). He also promoted economic liberal reforms in China, and that doesn´t make him a Maoist.
To explain this in a way that even those who disagree with economic liberalism should understand: If a scholar holds a few lectures in Myanmar or Libya, and explains that an impartial judiciary or a free media is good and will build a foundation for democracy, that doesn´t make this scholar a supporter of the dictatorship in Myanmar or Libya. Ok?
And if an apolitical scientist tells the Chinese leaders that they must deal with its environmental problems not even this makes him a supporter of China´s dictatorship. Or is he? In that case there are a lot of supporters of tyranny out there.
You can see the double standard here, right? The latter happens all the time, but no one would accuse such a scholar or scientist of being a supporter of the communist regime (or whatever regime it was). It´s Milton Friedman´s economic views his critics hate, but because they don´t know how to falsify them, they make up bizarre accusations about Pinochet that they would never dream of using against anyone whose views they share.