P. ¿Con qué fuentes catalanas habló para elaborar su artículo?
R. Con muchas más de las que aparecen en el texto. En él cito a Artur Mas y a Narcís Serra, pero hablé con empresarios, académicos y dirigentes de todos los partidos políticos catalanes.
P. ¿Habló con el Gobierno catalán?
R. Solicité una entrevista con el presidente, pero entiendo que no me reciba. No tiene la obligación de hacerlo. Que no haya hablado conmigo me parece irrelevante.
P. A usted le eligieron porque hablaba español...
R. Sí. 'The Economist' no tiene un corresponsal de plantilla en España pero aún teniéndolo la costumbre es que estos informes los haga alguien que normalmente hace otra cosa. Yo sé hablar español. Y eso lo hace todo mucho más fácil porque le da a uno una gama mucha más amplia de fuentes.
P. ¿Le ha sorprendido la polémica?
R. Un poco sí. Básicamente porque no he escrito nada que no hayan aireado antes los medios españoles. Me ha sorprendido la intensidad de la reacción del Gobierno catalán pero he recibido mensajes de españoles dentro y fuera de Cataluña que están de acuerdo.
P. A la Generalitat no le ha gustado que usted llame "cacique" a Pujol. ¿Por qué se molestan tanto?
R. Porque es verdad.
P. ¿En qué sentido?
R. No quiero decir que Pujol no sea una figura importante. Esto sale a raíz de una conversación con Antonio Muñoz Molina, que expresó su preocupación ante el resurgimiento del caciquismo. El cacique es una persona que ejerce el poder durante mucho tiempo ayudado por todo un andamiaje en torno a ese poder. Pujol es un ejemplo de eso pero cito otros.
P. A la Generalitat no le ha gustado tampoco que usted se refiera a la lengua como "una obsesión nacionalista"...
R. No es algo que se me haya ocurrido a mí. Llego a esa conclusión después de leer los periódicos españoles y después de hablar con distintas personas. Muchas de ellas, quiero subrayarlo, viven en Cataluña.
P. ¿Y cuál es su visión del problema de la lengua en Cataluña?
R. Me parece válido el deseo de preservar el catalán, un idioma que ha conformado una cultura muy respetable. Sin embargo, creo que los nacionalistas han ido demasiado lejos. Han sido demasiado inflexibles al regular el uso público del catalán en un extraño mimetismo con la política de la dictadura. Varios catalanes me dijeron que para resguardar el catalán basta con que sea el idioma en que se den las clases en la Educación Primaria. No en la Educación Secundaria ni en la Universidad.
P. ¿Es la política lingüística un lastre para la economía catalana?
R. Sí. En dos sentidos. En primer lugar, laboralmente: ¿cómo va a instalarse un profesional en Cataluña si sabe que sus hijos tienen que recibir su educación en catalán? Un economista catalán me decía que los trabajadores que llegaron de Andalucía y Extremadura para trabajar en el siglo XX elegirían hoy cualquier otra región de España. En segundo lugar, los catalanes desperdician la ventaja comparativa que supone un idioma como el español, que hablan más de 400 millones de personas.
P. ¿Cuál es su percepción de la política catalana?
R. El debate político se está restringiendo a asuntos muy locales. Los catalanes están perdiendo de vista que el mundo está cambiando a una velocidad de vértigo ahí fuera.
P. ¿Y le echa la culpa a Zapatero?
R. No necesariamente. Me parece que es fruto de la dinámica a la que he referido antes. El debate político se ha reducido a asuntos parroquiales y me da la impresión de que hay mucha gente en Cataluña que lo lamenta.
(Josep Pla)
Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst
Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.
dijous, 13 de novembre del 2008
La resposta
Mike Reid és l'autor de l'article de "l'ecàndol" 'How much is enough?', publicat a The Economist. Aquestes són les respostes que ha donat a preguntes d'El Mundo: