En el pasado hubo una idea. Franco tuvo una idea en su momento. Le presentaron dos opciones: por un lado, volver al modelo nacionalsindicalista y una autogestión casi comunista; o el que le propuso Laureano López Rodó, que planteó abrir España al modelo OCDE. Franco se fió de él y apostó por el plan de Estabilización. Franco tuvo una idea porque se lo explicaron bien. Adolfo Suárez con Fuentes Quintana y el resto de partidos del Pacto de La Moncloa tuvieron una idea: el Estado tenia que transformar sus instituciones y resolver la cuestión económica con un pacto de moderación salarias y algunas transformaciones en la Seguridad Social, el Banco de España, etc. Felipe González apostó por la Unión Europea y, por último, Aznar se dio el paso a la zona del euro. Rodrigo Rato tenía muy claro que había que estar por el Tratado de Maastricht al 100%. Es decir, no al déficit público, inflación baja, estabilidad en los tipos de interés y deuda pública menor. Era una política clarísima, efectiva y que obligaba a una disciplina presupuestaria nueva. Ahora no hay una idea o modelo. Solbes está cansado, Sebastián tiene ocurrencias, Almunia viene de vez en cuando a tratar de poner un poco de orden y el profesor Zapatero, después de dos tardes instruido por Jordi Sevilla y otros, sigue haciendo la economía fantástica. Piensa que va a resolver todo con sus prédicas televisivas.
Gràcies E.G.P.