Elogi de la burocràcia belga

Roger Senserrich:

El país lleva 255 días sin gobierno, y nada se ha roto (demasiado). Los trenes siguen circulando. Las pensiones se siguen pagando. Los colegios abren, los policias patrullan, y el país sigue ahí, a su bola, mientras los políticos siguen sin ser capaces de decidir quién manda. Es el estado belga, la enorme, aburrida, gris burocracia de estilo francés que lleva eso tan aburrido de hacer cumplir y aplicar leyes, el que sigue trabajando sin inmutarse, haciendo que las cosas sigan ahí, sin alterarse demasiado.

Esto ahora nos parece normal, pero la burocracia es un invento realmente moderno. La gran innovación de la civilización occidental en materia de gobierno no es tanto la democracia representativa o el estado nación, sino la capacidad de hacer del hecho de gobernar algo aburrido, predecible y trivial, algo basado en normas y regularidades.