Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst

Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.

Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.

dijous, 3 de març del 2011

Les potències impotents

Chencho Arias:
No será, sin embargo fácil, pasar a la acción. Ni jurídica ni materialmente. Las medidas de fuerza barajadas ahora son crear una zona de exclusión aérea sobre Libia para que los aviones de Guedaffi no puedan actuar y utilizar directamente la fuerza contra sus efectivos. Legalmente, ambas chocan con enormes escollos, hay varios países, entre ellos Rusia y China, miembros con veto del Consejo de Seguridad, Turquía etc... que se opondrán a cualquiera de las dos a no ser que Guedaffi se lanzara a una masacre generalizada y patente. La Carta de la ONU sacraliza en su articulo 2, apartado 7, el principio de la soberanía nacional (“nada autoriza a intervenir en los asuntos de competencia nacional de un Estado”) y rusos, chinos y otros más necesitan ver mucha sangre en las pantallas de la televisión antes de reconocer que ese principio, el de la soberanía puede tener una excepción, el de la injerencia humanitaria.

Luego, están los condicionantes materiales. Crear la zona de exclusión es costoso, hay que eliminar las defensas antiaéreas libias y poseer un número adecuado de aviones de reconocimiento (los Awacs de los que España, por ejemplo, carece) para poder detectar con seriedad de día y de noche cualquier movimiento libio. Incluido el de los helicópteros que Guedaffi ya ha usado letalmente. La exclusión precisa de la autorización de la ONU (“va a ser que no”, dirán chinos, rusos y otros).

La intervención es aún más peliaguda. Las trabas son ingentes. Quién, como y con que finalidad son grandes interrogantes. Estados Unidos, que sigue siendo la potencia indispensable, no querrá por nada del mundo hacer el sólo de cirujano, sus aliados, con la excepción británica, querrán ir adelante pero empezarán a hacer remilgos, “yo intervengo pero me quedo en cuarta fila por si cae una bomba", “yo pongo la sal y el vinagre pero que no se me pida la carne o el pescado”, “yo no critico la operación pero mi legislación me prohíbe mandar tropas al exterior” etc.. No olvidemos otros problemitas, las operaciones de este tipo cuestan miles de millones (¿por qué Estados Unidos querría en este caso asumir el solo la factura?), bombardear objetivos militares acarreará bajas civiles colaterales y empezara el clamor y las dudas en los intervinientes. Gente que criticaba con brío la pasividad occidental ahora dirá con lágrimas de cocodrilo que se mata a gente inocente etc...