Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst

Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.

Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.

dimarts, 27 de desembre del 2011

No tot està perdut

Álvaro Varga Llosa:
...había algo parcialmente engañoso en las revueltas de la “primavera árabe”: en ellas, los grupos de inclinación liberal y secular adquirieron un protagonismo que parecía anunciar una mayoría. No eran mayoría. Eran una sociedad civil emergente pero no emergida. Es lógico.Lo impresionante es que gracias a la era informática y la globalización tantos jóvenes árabes sean tan liberales y seculares.

¿Está todo perdido? Claro que no. La batalla cultural en favor de sociedades libres y laicas será larga, como lo es en América Latina la batalla contra el populismo (allí sigue el peronismo, la religión argentina).  Pero hay síntomas de que los islamistas van a actuar dentro de un cierto pluralismo y moderación. Los tres grupos islamistas que han encabezado los resultados en Túnez, Marruecos y Egipto así lo han dicho una y otra vez. En la primera ronda de las elecciones en Egipto, no es tanto el triunfo del partido Libertad y Justicia (los Hermanos Musulmanes) lo que asustó a las minorías liberales, sino el segundo lugar, con un 20 por ciento, de los salafistas de al-Nour. Los primeros han mantenido un discurso prudente.

¿Mera táctica? No parece. Los fanáticos son astutos pero no hipócritas. Hay al interior del islamismo un debate -que se remonta a los años 20,cuando nacieron los Hermanos Musulmanes-  sobre la separación entre Estado y religión. En todos los grupos que han ganado las elecciones hay por lo menos una tendencia hacia una versión más actualizada y secularizada del Islam que convive con la otra.

A ello se suma que los grupos liberales, por minoritarios que sean, fueron los artífices de la caída de varios tiranos. Ese antecedente es un poder que debería servir para prevenir desde ahora, mediante constituiones e instituciones, cualquier tentación teocrática.  No me extrañaría que acabemos viendo una alianza táctica de los liberales y los ejércitos (lo cual, vaya ironía, podría ayudar con el tiempo a democratizar a los segundos, grandes cupables del crecimiento del islamismo). Numerosas encuestas muestran que amplios sectores de la sociedad musulmana quieren democracia. La base moral de los liberales es bastante superior a su base electoral.