Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst

Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.

Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.

dilluns, 14 de maig del 2012

L'Armagedón del Euro


Xavier Sala i Martín
La rotura del euro no solo corre peligro por abajo, por la zona de Grecia. También corre peligro por arriba y por el medio. Por la parte del medio, la salida de Grecia del euro daría una señal clara a los mercados de que salir del euro ya es posible. Hasta ahora nadie había pensado que eso era posible. Si Grecia se sale del euro, los especuladores van a preguntarse: ¿podrían salirse también otros países? Eso pondría enormes presiones financieras. La gente intentaría sacar el dinero de esos países para llevarlo a Alemania, Reino Unido o Estados Unidos cosa que los descapitalizaría. Para evitarlo, las auroridades introducirían corralitos que obligarían a los despistados a mantener sus ahorros en el banco mientras éstos se devalúan. Habría ataques especulativos contra Portugal, Italia, España e incluso Francia, ataques parecidos a los que sufrió el Reino Unido aquel viernes negro de 1979, ataques que sacaron a la libra británica del sistema monetario europeo e impidieron que el Reino Unido pasara a formar parte del euro. Lógicamente, la tragedia que acabo de describir para Grecia (con fugas masivas de capitales, corralitos, cercos financieros, paro, inflación, depresión y emigración) se repitiría en cada país afectado. Éste es, desde mi punto de vista, el mayor coste de la salida de Grecia del euro: los efectos colaterales que tendría en los países de la periferia del euro.

Por la parte de arriba, existe una creciente corriente entre los contribuyentes alemanes, austríacos, holandeses y finlandeses que dice que, efectivamente, la eurozona ha representado para ellos un gran mercado del que se han beneficiado significativamente. Y por eso están dispuestos a ayudar y rescatar a los países amigos. No porqué sean amigos (al fin y al cabo, ellos llaman despectivamente a los países de la periferia PIGS, o cerdos -PIGS sale de poner juntas las iniciales de Portugal, Italia, Grecia y Spain) sino porque son un mercado lucrativo. Pero como en todo cálculo económico, llega un momento que uno valora los costes y los beneficios de la unión. Y los costes para ellos son cada día más grandes. Porque una cosa es rescatar a Grecia, Irlanda o Portugal. Otra cosa es rescatar, además, a Italia o España. Y otra cosa es añadir el rescate de Francia a la factura. Dada la incapacidad de España e Italia de solucionar sus problemas y dada la deriva que puede tomar Francia si Hollande trata de implementar sus carísimas promesas electorales, no es descabellado empezar a pensar que quien ha encargado secretamente la impresión de un nuevo marco para los países del norte sean los alemanes.

Si eso sucediera, podríamos acabar, como la bíblica Babilonia después de sufrir las siete plagas de la ira de Dios, con un euro dividido en tres: Grecia, los EuroPIGS y los primos ricos del norte. Esto... o la vuelta a las 17 monedas orginales, con episodios cataclísmicos en cada vez que uno de ellos abandona la eurozona.

La experiencia de Argentina e Islandia demuestra que, a la larga, el abandono del tipo de cambio fijo puede ser una buena idea (aunque a Argentina le tocó la lotería porque las subidas del precio de la soja le han permitido mostrar unos números que, sin la soja, no serían tan positivos). El problema es que los enormes costes de la transición hacia la nueva moneda son tan grandes que es posible que no valgan la pena. A pesar de que en teoría sea bueno tener una moneda propia, una vez se ha construido el euro, romperlo puede ser demasiado costoso.