La UE es el imperio. Y el imperio, la guerra
Thierry Baudet:
El principal argumento de los partidarios del proyecto europeo es que el nacionalismo deriva en la guerra y la construcción europea en la paz. Cualquier pérdida que provoque Bruselas en el ámbito de la democracia, la soberanía y la transparencia, se compensaría por el noble objetivo de la paz. Pero este supuesto se basa en un error. El nacionalismo no deriva en la guerra. Lo que conduce a la guerra es la ambición de instaurar un imperio europeo. La ambición de someter a la fuerza a un corsé a los diferentes pueblos es lo que lleva a la guerra. En definitiva, la construcción europea es lo que deriva en la guerra.Jo firmaria pràcticament la totalitat d'aquest article sinó fos perquè, d'una banda, confon deliberadament entre estat-nació i nacionalisme, i per l'altre, entre una confluència voluntària d'estats i l'expansió imperial d'un d'ells..
Crec, com deia Ralf Dahrendorf, que només l'estat-nació ha fet possible històricament la creació de la democràcia moderna, facilitada per la percepció d'igualtat entre els ciutadans que oferix un estat-nació consolidat. A més, totes les experiències supranacionals existents pateixen, com apunta Dahrendorf, d'un major o menor dèficit democràtic:
...el Estado-nación sigue siendo el único espacio político en el que prospera la constitución de la libertad. Las credenciales democráticas de organizaciones como la UE son dudosas, y en el caso de las Naciones Unidas y otras instituciones mundiales están totalmente ausentes. Además, a pesar de la frecuente búsqueda de nuevas identidades, ya sea la europea, la latinoamericana u otras, y de muchas referencias a un nuevo cosmopolitanismo o incluso una “sociedad civil mundial”, la mayoría de la gente se siente en casa en su propio país, el Estado-nación del cual son ciudadanos.Però l'estat-nació té una altra cara. La cara negativa del nacionalisme. En paraules de Dahrendorf:
El impulso nacionalista puede ser agresivo o defensivo, puede estar dirigido en contra de otros o volcarse al interior de sus fronteras. En cualquier caso, vicia cualquier intento de crear una comunidad internacional de sociedades abiertas.