Puede que no lo parezca, pero 2012 ha sido el mejor año en la historia del mundo. Parece una afirmación extravagante, pero surge de las evidencias. Nunca ha habido menos hambre, menos enfermedades, o más prosperidad. Occidente sigue de capa caída económica, pero la mayoría de los países en desarrollo están saliendo adelante, y la gente está superando la pobreza a la mayor velocidad nunca registrada. La lista de muertes infligidas por la guerra y por desastres naturales también es misericordiosamente baja. Vivimos en una edad de oro.
Si escuchamos a los políticos se recibe la impresión opuesta, la de un mundo cruel y peligroso en el que las cosas están mal y van a peor. En cierto modo, este es el trabajo de los políticos: subrayar los problemas y tratar de ofrecer las mejores soluciones. Pero los grandes avances de la humanidad no vienen de los hombres de estado, sino de la gente ordinaria. Los gobiernos alredededor del mundo parecen anclados en lo que Michael Lind, en la página 30, describe como una era de “turboparálisis”, todo movimiento, ningún progreso. Pero fuera del gobierno, el progreso ha sido poco menos que espectacular. Tomemos la pobreza global. En 1990, la ONU anunció los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el primero de los cuales consistía en reducir a la mitad las personas en pobreza extrema para 2015. Se ha sabido este año que el objetivo se consiguió en 2008. Aún así, el logro no mereció un anuncio oficial, presumiblemente porque no fué logrado por ningún proyecto de gobierno sino por la senda del capitalismo global. Comprar juguetes baratos de plástico hechos en China está ayudando realmente a hacer historia de la pobreza. ¿Y qué hay de la desigualdad global? Esta, también, es menor ahora que en cualquier otro momento de los tiempos modernos. La globalización no sólo significa que el mundo se está haciendo más rico, sino también más justo.
(Josep Pla)
Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst
Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.