Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst

Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.

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dilluns, 21 de març del 2005

Abans democràcia que pau

En Josep M. Colomer, profesor d'investigació de ciència política del CSIC, manté des de fa temps una línia de pensament pròpia que segurament no agrada gaire als que sempre pensen el mateix en política internacional.
La actual política americana supone un salto desde la prioridad a la lucha contra el terrorismo formulada tras los ataques del 11-S hacia el ambicioso objetivo de liquidar las tiranías en el mundo. Esto comporta no sólo un plan de acción de la actual Administración para los próximos cuatro años, sino que se extiende en un horizonte de un par de generaciones -comparable al lapso en que se desarrolló la guerra fría-. Con este giro, el Gobierno de Estados Unidos vincula ahora decididamente la libertad y la seguridad en su propio país a la libertad en otros países. Es decir, rompe con el llamado realismo político que le había conducido a tratar de ir configurando una serie de pesos y contrapesos entre autoritarismos más o menos amigos o enemigos para que se neutralizaran entre sí y se evitara de este modo la emergencia de una amenaza mayor. El hecho es que esta política contribuyó, por el contrario, a la producción de conflictos y guerras por todas las partes del mundo y, en particular, a la conversión del conjunto de dictaduras militares, caudillismos personalistas y monarquías absolutas instalado en los países de Oriente Próximo en una gran olla de violencias de todo tipo, de la que
surgió, ya desde los años setenta, el terrorismo internacional que culminó en los
ataques a Estados Unidos en 2001.

Segons Josep M. Colomer, Washington endegarà dues tàctiques diferents, segons la naturalesa dels règims dictatorials a que s'enfronti.
Las tácticas de apoyo, sin embargo, son y serán bastante variadas. Básicamente, a los gobiernos dictatoriales que no desarrollan una actividad notoria de promoción de la guerra y el terrorismo internacional o incluso combaten a este último, se les induce a que emprendan reformas liberalizadoras 'desde arriba' mediante las cuales puedan mantener oportunidades de continuar o volver al poder por medios más pluralistas. Ésta parece ser, por ahora, la orientación general con respecto a Rusia y China, así como, en Oriente Próximo, hacia Arabia Saudí, Egipto y Pakistán. Sin embargo, si en un país de este tipo surge un movimiento democrático de oposición 'desde abajo', capaz de derrocar pacíficamente al Gobierno, puede también obtener el apoyo y el reconocimiento de la comunidad internacional -como ha ocurrido, por ejemplo, en Ucrania-. Ante las dictaduras más agresivas, en cambio, es de esperar una mayor presión directa que conduzca a un cambio más drástico del régimen. Así es probable que ocurra con respecto a las tiranías de Irán, Siria y Corea del Norte, que están ya en la mira de la atención internacional, pero también en países como Belarus, Myanmar, Zimbabue y tal vez Cuba en algún futuro no muy remoto. No cabe duda de que la opción es arriesgada, pero la apuesta es muy alta: la democracia doméstica como vía hacia la paz internacional.
L'article sencer, aquí.