Amb data 23 de desembre, el World Press Freedom Committee va adreçar una carta al president de la Generalitat, Pasqual Maragall, i al president del Parlament, Ernest Benach, demanant que es demantelli el CAC, el Consell de l'Audiovisual de Catalunya, i que no es retirin les llicències d'emissió a la COPE. Segons el WPFC, el CAC és un organisme de censura que recorda el franquisme:
La mera existencia de este Consejo Audiovisual de Cataluña se estrella de plano contra las normas democráticas y de libertad de expresión aceptadas por la Unión Europea, la Corte Europea de Derechos Humanos y la inmensa mayoría de los países democráticos del mundo. De hecho, no se recuerda en España algo parecido desde los órganos censores franquistas que controlaron con extraordinario celo los medios de comunicación del país durante casi 40 años.Per què serà que la crítica més important i més dura que s'ha fet mai contra el CAC gairebé ha passat desapercebuda en els mitjans de comunicació de Catalunya?
El CAC no es una entidad judicial, sino un ente político controlado por la mayoría nacionalista del Parlamento Catalán. Como tal, no es ni independiente de consideraciones políticas ni está equipado con los mecanismos procesales requeridos para ofrecer un juicio justo a un acusado. Se da la circunstancia que las expresiones de la COPE se oponen a las metas políticas de dicha mayoría parlamentaria. El antagonismo político de ambas entidades, en una democracia plena, no tiene mayor relevancia. Lo que encontramos extremadamente grave es el hecho de que un gobierno —ya sea nacional, regional o local—, abuse del poder conferido en las urnas para silenciar las voces que le parecen incómodas o disonantes.