pel que fa a la necessària protecció dels animals, no sols els grans simis, el plantejament correcte no és considerar-los subjecte de drets humans sinó objecte de deures humans.Els projectes de l'esquerra són totals. No creuen en les reformes, llevat de quan no tenen més remei. El seu objectiu és la revolució, capgirar la realitat, construir ex-novo. Quan van llençats, no entenen de matisos. Es per això que ara s'han apuntat al Proyecto Gran Simio. L'11 d'abril, el PSOE va presentar una proposició no de Llei en la que es demanava l'adhexió del govern a aquest projecte.
El projecte Gran Simi es fonamenta en dos arguments definits per Peter Singer: la similitut genètica i de comportament i capacitats, especialment la competència lingüística. Dos arguments que estan lluny de fer la unanimitat entre els científics. Miguel Molinés Escalona els resumeix així:
Es cierto que el DNA de humanos y chimpancés difiere sólo en un 1% pero este dato es interpretado erróneamente como indicativo de que el hombre y el chimpancé son genéticamente idénticos en cerca de un 99 por ciento. Lo diré de otro modo: el DNA de los humanos y chimpancés difiere sólo en un 1 por ciento pero esto no implica que sólo difieran en el 1 por ciento de sus genes.Tanco aquesta primer reflexió amb unes paraules de Fernando Savater relacionades amb el tema:
Para entenderlo, es preciso recordar que las proteínas están formadas por la unión de 300 aminoácidos por término medio. Si falta uno solo de estos aminoácidos o está en una posición equivocada la proteína resultante puede ser completamente distinta. De hecho, la probabilidad de que la proteína resultante de un gen en particular sea idéntica en el hombre y en el chimpancé es sólo del 52 por ciento.
En resumen, aunque los humanos son ciertamente más parecidos genéticamente a los simios africanos que a cualquier otro primate, hay que ser precavido al hablar de diferencias genéticas entre especies. Hay que aclarar el significado de la palabra genético, y afrontar la pregunta: Diferente, ¿es muy diferente? Una pista: ese 1 por ciento de diferencia significa, en términos evolutivos, que ambas líneas —humanos y chimpancés— se separaron hace varios millones de años, probablemente entre cinco y siete. Para gorilas u orangutanes rondaría aproximadamente los dieciséis millones de años.
Competencia lingüística:
En mayo de 2002, el suplemento Babelia (El País) publicó una entrevista realizada a Peter Singer y ya entonces discrepé abiertamente de sus planteamientos en este terreno:
Los científicos no han identificado aún ninguna forma de comunicación natural que posea todas las características del lenguaje humano. Aunque abejas, aves, ballenas, delfines y primates no humanos pueden intercambiar mensajes bastantes sofisticados (Akmajian, Demers, Farmer y Harnisch, 1995; Demers, 1989) sus capacidades no están a la altura de la de los niños de dos años.
Por otra parte, se han realizado intentos de enseñar el lenguaje humano a los animales, especialmente primates. Es cierto que algunos de los simios que hablan mediante signos (Terrace, 1979; Rumbaugh, 1977) producen expresiones breves relacionadas con sus intenciones en un momento dado (por ejemplo, «hacer cosquillas a …»), pero, como Demers (1989) señala, es la productividad ilimitada de mensajes nuevos y diversos tan característica de la actividad lingüística humana lo que se echa en falta en los sistemas de comunicación animal. Aunque los últimos trabajos con bonobos -los cuales muestran talentos comunicativos extraordinarios (Savage-Rumbaugh y Lewin, 1994)- son muy prometedores, sigue abierta la cuestión de si un primate no humano ha llegado a manejar la sintaxis tan bien como un niño de dos años de edad (Akmajian, Demers, Farmer y Harnisch, 1995; Pinker, 1994).
Como Bertrand Rusell comentó una vez: «No importa cuán elocuentemente pueda ladrar un perro, no puede decirnos que sus padres eran pobres pero honestos». Los chimpancés tampoco.
...a veces hay una mística ecológica que supone que la propia naturaleza es una especie de deidad a la que hay que reverenciar ; que los objetos naturales, los árboles , los animales, todos tienen unos derechos que no se pueden concultar ; que la criatura humana es prácticamente un intruso que rompe el equilibrio de la naturaleza. Toda esa parafernalia me parece ecolátrica y no ecológica. La logos es un conocimiento cientifíco ; no una especie de amor a la naturaleza y un odio a la modenidad . En todos los tiempos siempre ha habido revivals de ese viejo odio a la modernidad y al progreso a la ciencia.