Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst

Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.

Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.

dijous, 6 de juliol del 2006

Esperant Godot

Clifford D. May, excorresponsal del New York Times i president de la Fundació per a la Defensa de les Democràcies, es pregunta per la doble moral de les organitzacions de defensa dels drets humans i de les institucions internacionals.

Hace unos días, dos soldados americanos, Kristian Menchaca de Houston, Tejas y Thomas Tucker de Madras, Oregón, fueron hechos prisioneros en Irak. Fueron brutalmente torturados y tan gravemente mutilados que sus rostros eran irreconocibles. Los ataron juntos con una bomba entre sus piernas – una bomba trampa con la intención de matar a cualquiera que tratase de recuperar sus cuerpos para el sepelio.

¿No consideraría Ud. estos hechos como graves violaciones de las leyes de la guerra y de los derechos humanos fundamentales? No está claro que las organizaciones de derechos humanos más ricas y poderosas lo vean de esa manera.

Por ejemplo, Amnistía Internacional, que afirma que su misión es “proteger los derechos humanos en el mundo entero” parece que no tiene nada que decir sobre la tortura y asesinato de Menchaca y Tucker. Mientras escribo esto, su página web tiene un artículo sobre control de armas y otra sobre “un nuevo tratado internacional para prevenir la tortura y otros maltratos a través de un sistema de visitas regulares a todos los centros de detención”. Evidentemente “todos los centros de detención” no incluye visitas a lugares en Irak donde las fuerzas de al-Qaeda y los baazistas retienen a sus prisioneros por cortos espacios de tiempo en la mayoría de casos.

La página de Human Rights Watch sugiere que la principal preocupación del grupo en este momento es Indonesia, Burundi y Chad. Respecto a Menchaca y Tucker, hay una nota de prensa de 3 oraciones que destaca que “los combatientes capturados deben ser tratados humanamente”.

En la página web de la ONU, no encontré ninguna declaración del Secretario General Kofi Annan sobre el abuso y la matanza de los soldados americanos. Evidentemente, tampoco el recientemente “reformado” Consejo de Derechos Humanos de la ONU se dignó a expresar una opinión. Sin embargo, la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Louise Arbour, tuvo que acusar a Estados Unidos en estos días de mantener centros de detención secretos en los que, aduce, se usa la tortura. Los informes sobre esos centros – ella no sabe si en verdad existen – son “una grave preocupación”, dijo Arbour.

La pregunta torna a ser: per què només es denuncien les violacions dels drets humans, reals o imaginàries, d'una banda i no es posa el mateix interès i passió alhora de denunciar les de l'altra? Clifford D. May els demana una resposta:

Imagínese si Kofi Annan dijese: “Los que se consideran miembros de la resistencia o de movimientos de liberación deben obedecer las leyes internacionales. Si se rehúsan a hacerlo, no deben esperar que las leyes internacionales les protejan”.

Póngase a pensar lo que significaría que Amnistía Internacional dijese: “Incluso aquellos que no han firmado la Convención de Ginebra deben seguir sus reglas, deben respetar los derechos humanos de los que luchan y más aún de los no combatientes. Si violan las normas del comportamiento civilizado, no esperen que nosotros defendamos sus derechos”.

Trate de oír a Human Rights Watch anunciando: “No estableceremos el precedente de que es un escándalo que los miembros de al-Qaeda sean detenidos en Guantánamo pero aceptable que soldados americanos capturados sean masacrados”.

Ellos podrían hacer estas declaraciones pero deciden no hacerlas. Si quisieran explicarnos el porqué, estoy seguro que muchos de nosotros estaríamos encantadísimos de escucharles.