La mort d’Oriana Fallaci servirà perquè tothom parli, si més no durant un dia, del seu combat contra l’islamisme. Un combat compromès, enèrgic, sense concessions, que l’ha mantinguda al peu del canó fins a la seva mort, aquesta matinada, als 77 anys, en un hospital de Florència.Com que suposo que es faran moltes cites sobre el que pensava de l’Islam, prefereixo retre-li aquest petit homenatge citant altres aspectes del seu combat contra el totalitaris-me, contra el relativisme, el multiculturalisme papanates o la correcció política que fan el joc a aquest nou feixisme o bolxevisme musulmà.
“Derecha y Izquierda son ya las dos caras de la misma moneda. Cuando hablo de Derecha e Izquierda no me refiero a dos entidades opuestas y enemigas, una símbolo de la involución y la otra de progreso. Me refiero a dos formaciones que como dos equipos de fútbol persiguen la pelota del Poder y que por eso parecen realmente dos entidades opuestas y enemigas. Sin embargo, al examinarlas de cerca, te das cuenta de que a pesar del diverso color de los calzoncillos y de las camisetas forman un bloque homogéneo: un único equipo que lucha contra sí mismo. La Derecha obscena, la Derecha reaccionaria y obtusa, feudal, en Occicdente ya no existe. O existe sólo en el Islam. Es el Islam”.
“Me gustaba Berliguer, porque era un gran señor. Un aristócrata en el mejor sentido de la palabra. Un hombre serio, que razonaba, elegante y, además, atento. El tipo que si tienes fiebre te llama para desearte que te cures cuanto antes. Una vez tuve un fuerte ataque de malaria. Lo supo y me telefoneó. “También yo la tuve, y es un tormento. Pero yo sé que usted es una estoica. Siga siendo así. En la vida el estoicismo es una necesidad”. (…) Había un fondo de liberalismo en su psique. (…) Además no era vanidoso, ni era presuntuoso. Virtud rara entre los comunistas. Los comunistas piensan siempre que son dioses, a los demás los miran siempre con un estupidísimo aire de superioridad. ¿Quiere saber hasta que punto era diferente Berlinguer, incluso en este sentido? Un par de años antes de que muriese lo entrevisté para el Corriere y para el Washington Post, y en un momento determinado le dije: “Durante la Guerra Fría un periodista le planteó a Tito: ¿Si en vez de haber nacido en Yugoslavia, hubiese nacido en Anérica, qué seria hoy? Y Tito le respondió: Un multimillonario americano, naturalmente”. Señor Berlinguer, le hago a usted la misma pregunta con la palabra Italia en vez de Yugoslavia. Se quedó calado un buen rato y después respondió: “Un sencillo profesor, por ejemplo un profesor de filosofía, en un pequeño Collage de una pequeña ciudad americana”.
“En el Comité de Liberación Nacional dirigido por Ferruccio Parri, hombre de Justicia y Libertad es decir del Partido de Acción no del partido comunista, estábamos también nosotros los des Justicia y Libertad. En gran número, por dios. Estaban también los partisanos democristianos como los dirigidos por Enrico Mattei. Estaban también los partisanos liberales y monárquicos como los liderados por Edgardo Sogno. Un hombre que en la Resistencia se batió como pocos. Y en señal de agradecimiento, los comunistas lo enfangaron, denigraron, persiguieron y arrestaron como un criminal. ¡estaban incluso varios carabineros y varios militares del ejército que se deshizo el 8 de septiembre, ignorante! Vete a hablar mejor de las fosas comunes. ¡O vete a hablar de los partisanos no comunistas a los que los partisanos comunistas fusilaban en Toscana y en el Piamonte y en Lombardía! (…) En Florencia, el 11 y el 12 y el 13 de agosto de 1944 mi tarea era llevar municiones a los partisanos que desde Di Là d’Arno ayudaban a los Aliados a eliminar las retaguardias alemana y de la República Social. (…) Yo no era una partrisana comunista. Era una partisana de Justicia y Libertad. Incluso los partisanos a los que entregaba les municiones no eran partisanos comunistas. Eran partisanos de Justicia y Libertad. Y los muertos que al tercer viaje encontré en Lugano, lo mismo. (…) Me enfado, sí, me enfado. Porque hace medio siglo que los comunistas intentan apoderarse en exclusiva de la Resistencia, hacer creer que la hicieron sólo ellos. Y cuando se la celebra en la s plazas se permiten incluso echar fuera a los que no enarbolan la bandera roja”.
“El terrorismo intelectual que, aplicando la misma estrategia que la utilizada para apoderarse de las Resistencias, utiliza esa Izquierda desde hace sesenta años. El lavado de cerebro al que ha sometido a la gente dándole a entender que el que no juega en su equipo de fútbol es un cretino y un retrógrado, un reaccionario, una persona despreciable y destinada al Infierno. Después, la hegemonía cultural que gracias a ello estableció la Izquierda en todos los ganglios de la sociedad. En las escuelas, en la universidad. En los periódicos en las televisiones. En las editoriales, en el mundo e la música, en el cine. (…) Válgame Dios, sólo la Iglesia Católica habia conseguido imponer tal hegemonía cultural. Hay que volver a la tiranía con la que la Iglesia Católica nos ha atontado y atemorizado durante siglos, a sus lavados de cerebro, a sus Inquisiciones, para encontrar algo parecido a lo que estamos viendo desde hace sesenta años en toda Europa, sí, pero sobre todo en Italia”.
