A las habituales presiones y agresiones de los periodistas españoles por parte del mundo etarra, este año se ha unido la aprobación de la ley audiovisual catalana, dos motivos por los cuales España ha retrocedido un puesto -ahora se sitúa en el 41 de un total de 168 países- en el ranking que Reporteros Sin Fronteras (RSF) elabora cada año sobre libertad de prensa en el mundo. En lo referente a la citada ley catalana, «desde Reporteros Sin Fronteras analizamos minuciosamente el texto y todos coincidimos en que había varios artículos contrarios a la libertad de expresión como eran los referidos a la hora de controlar los contenidos infantiles que al final podían derivar en contenidos de opinión, o a la hora de imponer sanciones por invadir frecuencias», explicó a LA RAZÓN Rafael Jiménez Claudín, secretario general de RSF.
Para Jiménez Claudín, el problema radicaba en «el carácter tan genérico de los artículos. Por eso -añade-, incluso llegamos a enviar un comunicado a la Generalitat en el que solicitábamos la modificación de algunos de esos artículos. Se nos ofreció una reunión que no se llegó a producir y la ley sigue sin modificar».
El rànkig de RSF, aquí.