Ni els progres americans es deixen enredar

L'amic F.C. m'envia l'article "La moral del antifascismo" que Josep M. Muñoz, director de L'Avenç, publica avui a La Vanguardia. L'article ve a acompanyat d'uns comentaris demolidors de F.C.

Después de setenta años, la guerra civil española sigue siendo objeto del debate político, tanto en España como fuera de ella, en una clara demostración de lo mucho que se hallaba en juego en la contienda. Esta primavera, el Museo de la Ciudad de Nueva York ha organizado, en su sede de la Quinta Avenida con la calle 103, una exposición de factura relativamente modesta pero de contenido altamente evocador. Con un título explícito, Facing fascism (enfrentándose al fascismo), la exposición reconstruye la participación de casi un millar de neoyorquinos en la guerra civil española. Es decir, narra la peripecia de un tercio de los 3.000 ciudadanos norteamericanos que, desafiando la prohibición del gobierno de EE. UU., se embarcaron secretamente hacia España en 1937 para combatir al fascismo. Integrados en las Brigadas Internacionales bajo el nombre de Batallón (o Brigada) Abraham Lincoln, 800 de ellos encontraron la muerte en nuestro país. El resto tuvo que regresar a finales de 1938, cuando el gobierno de la República decidió prescindir de la ayuda de los combatientes internacionales, esperando inútilmente que su gesto sería imitado por los italianos y alemanes, que tan decisivos fueron en la victoria final de Franco.

Los organizadores de la muestra - el Museo de la Ciudad y la Universidad de Nueva York (NYU), con la colaboración de los Archivos de la Brigada Abraham Lincoln y el Instituto Cervantes-, se vieron sorprendidos, tras la inauguración, por la feroz reseña que publicó el principal periódico de la ciudad, The New York Times,en su edición del 24 de marzo. En un texto que nos retrotrae a las mejores épocas del anticomunismo, el periódico censura la visión que ofrece la exposición, a la que acusa de no desviarse apenas de lo que en tiempos se denominaba la línea del partido - del Partido Comunista, claro está, al que pertenecía la mayoría de los brigadistas neoyorquinos-. El periodista de The Times, para quien "la exposición se asemeja a un intento de rehabilitar la izquierda comunista", se lamenta de que la muestra no esté sola en lo que se le antoja la voluntad de restablecer la Guerra Civil como "un cuento moral" (como, a su entender, hacen el filme El laberinto del fauno o historiadores como Eric Hobsbawm o Paul Preston). En cambio, apoyándose en la autoridad de Hugh Thomas y en las citas de un desilusionado George Orwell, el periodista neoyorquino sostiene que en España no se libraba una guerra entre fascismo y democracia, sino un conflicto interno que la URSS aspiraba a controlar.

La injusta crítica del periódico neoyorquino (que, desmintiendo su liberalismo, se negó a publicar un escrito de réplica firmado por los responsables de la muestra, entre ellos el ex director del Instituto Cervantes en Nueva York, Antonio Muñoz Molina) es una muestra más del revisionismo histórico al que se enfrenta la izquierda tras el fracaso del llamado socialismo real. Si fuera verdad, como afirma The New York Times,que "la Guerra Civil, de hecho, tuvo más que ver con España que con el fascismo", ¿cómo se explica, más allá de las directrices de la Internacional comunista, que casi un millar de neoyorquinos, junto a otros muchos miles de americanos y europeos, fueran a combatir a España? (1) ¿No era el suyo un combate, tan idealista y tan mediatizado por las ideologías en conflicto como se quiera, por la libertad? (2) El alineamiento de parte de la izquierda europea y americana con la URSS es un hecho innegable, como lo es que este alineamiento respondía a unos anhelos de libertad y a un compromiso antifascista que ha hecho posible que Europa viva hoy en democracia.(3) Confundir las razones de los antifascistas europeos y americanos con los intereses de la dictadura soviética puede ser útil para el combate ideológico de la derecha, pero deja deliberada y tramposamente fuera de juego a la moralidad del antifascismo (4), a la que la muestra neoyorquina rinde un merecido homenaje.

JOSEP M. MUÑOZ, director de ´L´Avenç´.


1.- No se explica de otra manera, fueron estas directrices de la organización comunista que movilizaron a los suyos. Seguian a Stalin.

2.- Ja, ja ,ja. esto de los comunistas luchando por la libertad tiene gracia. No se corta el tio, y estamos en 2007.

3.- La democracia europea la hizo posible el ejercito americano, y la sangre desinteresada de sus soldados.

4.- Esto de la moralidad de los hijos de Stalin, debe ser una referencia a Paracuellos del Jarama.