Inamagable, la internacional mediàtica es veu obligada ara a donar ràpidament una explicació. I aquesta coincideix, oh casualitat!, amb la de Hamas. Genoflexus fins fa poc davant Arafat, Fatah és ara el nou dolent de la pel·lícula. Ara descobreixen la corrupció i la violència del partit d'Arafat, que pel que sembla és metafísicament diferent de la violència i el fanatisme de Hamas.
Ja no interessa recordar que mentre una part de Fatah, per convenciment o per oportunisme, va acabar acceptant un acord amb Israel i l'existència de dos estats, Hamas, creient que té al seu favor l'onada de la història, no té altra objectiu que enfonsar Israel al mar.
Hermann Tertsch posa el dit a la llaga en un article a l'ABC:
El fantasma hacia el que se inclina el espejo cada vez más es el de una región en la que el hundimiento occidental, jaleado por tantos en Occidente, acabe por convencer a todos de que Israel fue un accidente. En los países árabes y en Palestina esta idea ha ganado adeptos de forma vertiginosa en pocos años. Muchos trabajan en el mundo por imponer esta idea, el mayor apaciguamiento intelectualmente perceptible, también en aquellos círculos que no fomentan el odio sino mera indiferencia hacia Oriente Medio.
Este cambio profundo cualitativo en el proyecto general de fuerzas capitales del islamismo y sus aliados desde Gaza a Irán, pasando por Londres, Estambul, Madrid o Caracas, es por supuesto negado por los profesionales de dicho apaciguamiento, cuyos campeones tenemos en casa.
Los llamamientos a la destrucción de Israel del presidente Ahmadineyad son una emulación del mayor éxito del siglo XX del Vaticano. Juan Pablo II dijo en 1979 a los polacos -a todos los europeos- que los territorios arrebatados a la libertad por el comunismo volverían a ser suyos. Así fue.
Ahmadineyad utiliza la implosión de la URSS para pronosticar el destino final de Israel. Pero también del mundo occidental y sus libertades. Con mucha razón, Ahmadineyad considera a Israel bastión capital del mundo de infieles que se propone destruir. En Gaza el proyecto está en marcha. Aquí hay pocos avisados.