Según había revelado recientemente el cofundador del Partido Radical, Marco Pannella, todo estaba dispuesto para que un anestesista llevara a cabo la petición de Nuvoli. No obstante, a principios de julio la policía italiana intervino para evitar que se repitiera un caso parecido al de Piergiorgio Welby, el enfermo que murió en diciembre del año pasado tras ser desconectado del respirador, caso que encendió el debate sobre la eutanasia en el país.
Por esta razón, Nuvoli empezó a rechazar la comida y la bebida a modo de protesta, según refirió la mujer del difunto, Maddalena Soro, quien precisó que el respirador estaba en funcionamiento en el momento de la muerte. Según su versión, Nuvoli "se ha dejado morir".
El suceso ha provocado numerosas reacciones en la opinión pública italiana, sobre todo, teniendo en cuenta que la defunción de Nuvoli llegó pocas horas después de que trascendiera la decisión judicial de no procesar al médico anestesista que sedó y desconectó del respirador a Welby.
En concreto, el europarlamentario del Partido Radical Marco Cappato consideró que los últimos momentos de vida de Nuvoli fueron "mucho peores" que los de Welby. "Giovanni Nuvoli ha muerto de un modo indigno, como no se toleraría que muriera ni a un animal y por decisión obligada del Estado italiano", aseveró el político.
L’Estat sempre s’ha cregut amb el dret a disposar de la vida dels seus súbdits. L’Estat totalitari, per sacrificar-los en nom de futurs paradisos celestials. L’Estat benefactor, per forçar-los a viure en el seu suposat paradís terrenal.