Hace dos años, los biocombustibles parecían la solución perfecta para las empresas fabricantes de vehículos que estaban bajo presión para disminuir las emisiones de gases contaminantes. Todo apuntaba a que en vez de sólo revolucionar el diseño automotriz, en general los fabricantes podían reducir la contaminación producida por los vehículos si los conductores utilizaban una mayor cantidad de combustibles provenientes de plantas que habían absorbido dióxido de carbono (CO2) mientras estaban creciendo. A la UE le gustó la idea e inmediatamente fijó metas sobre la utilización de biocombustibles.
Desde entonces, una serie de informes han advertido que algunos biocombustibles casi no reducen emisiones de gases contaminantes. Otros biocombustibles pueden ocasionar la destrucción de los bosques tropicales, provocando no sólo un incremento en el precio de los alimentos sino que grandes firmas agroindustriales desalojen a comunidades pobres con el fin de convertir el terreno en cultivos para la producción de biocombustibles.
"Hemos visto que los problemas ambientales y sociales causados por los biocombustibles son más grandes que lo que calculamos. Por eso debemos ser más cuidadosos", le dijo Dimas a la BBC.
Aprenents de bruixot, creuen amb fe de carboner que tota política ben intencionada ha de donar forçosament resultats positius. La seva prepotència intel•lectual i política els fa despreciar sistemàticament la possibilitat que les seves decisions puguin tenir conseqüències no desitjades. Ja saben: la fal·libilitat és cosa dels humans, no de l'Olimp comunitari.