El Gobierno ha decidido apostar por la incineración sin ambages. El borrador del nuevo Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015 (PNIR) establece entre sus objetivos el incremento de la capacidad de incineración -llamada técnicamente, "valorización energética"- de los residuos sólidos urbanos en un 30% (600.000 toneladas) hasta 2012, con respecto a las cifras del año base (2006). Es cierto que el texto hace también un mayor énfasis en la necesidad de subir las cifras de reutilización y reciclaje, pero su nada disimulada apuesta por la incineración, que supondrá la construcción de nuevas plantas, ha reavivado el debate en torno a un sistema criticado por contaminante.
Sembla que la racionalitat comença a imposar-se a la lletania econcondríaca. De tota manera, evitem repicar campanes. Ells acabaran creman-t'ho tot, però a nosaltres ningú ens absoldrà de la penitència inútil d'haver de seguir triant la nostra merda.