Una vegada més la hipocresia socialdemòcrata atia la cerimònia de la confusió. La perogrullada de que hi ha milions de musulmans que practiquen pacíficament la seva religió i rebutgen el terrorisme és del mateix calibre que l'afirmació que la majoria d'alemanys que van portar el nazisme al poder no els semblava bé l'Holocaust.
El que realment importa, per veure les coses amb tota la seva amplitud. és comprendre que Al Qaeda probablement no seria res sense l'Islam, de la mateixa manera que sense la complicitat de la gran majoria de la societat alemanya el nazisme possiblement no hauria pogut arribar tan lluny..
Ho explica amb una claredat diàfana Gabriel Albiac:
Al Qaeda, por sí sola, es apenas nada. El mejor documentado de los estudios sobre el grupo de Bin Laden, el de J. Burke, traza un mapa que está muy alejado de lo que Occidente entiende como organización terrorista. Nada hay en Al Qaeda de la red piramidal que define el terrorismo moderno. Sencillamente, porque el modelo de éste es el Estado, a cuya estructura disciplinaria se ajusta como un calco el terror revolucionario. Pero el Estado es una abominación vetada por un Islam que no reconoce otra red de identificación que la ummah, la comunidad universal de los creyentes bajo el mandato del Libro. Al Qaeda no necesitó nunca organización, porque su logística la ponían la red de las mezquitas, el clero wahabí y la obediencia coránica.
¿Al Qaeda o Islam? Al Qaeda sola, tal vez hubiera logrado consumar el atentado de 2001; aunque no lo juzgo muy probable. Sin la mitología-Islam, hubiera sido aniquilada de inmediato.