Aquest dilluns s'ha presentat al Círculo de Bellas Artes de Madrid el llibre del periodista Manuel Rivas "La fuerza de la razón", publicat per l'Editorial Debate, que ha comptat amb la presència de l'exmagistrat de l'Audiència Nacional i de l'exsecretari general del PCE, Santiago Carrillo. Manuel Molares do Val recorda que en el mateix lloc de la presentació del llibre hi va haver una txeca d'on van sortir moltes persones per ser afussellades a Paracuellos durant la guerra civil.
Pero lo más estupefaciente fue recordar que en ese mismo lugar, el Círculo de Bellas Artes, en 1936 había una cheka de la que sacaron innumerables personas de las 5.000 fusiladas en Paracuellos.
Y esa, como todas las chekas de Madrid, estaba bajo control del responsable de orden público, Santiago Carrillo, de sólo 21 años, pero despiadado militante comunista.
Allí estaban el exdirigente y el juez procesado por saltarse la Ley de Amnistía de 1977 que perdonó a todos los implicados en asesinatos en ambas partes de la guerra civil.
Cuando Garzón se propuso investigar a los asesinos franquistas –hasta pidió el testimonio de Franco o su certificado de defunción--, varios grupos presuntamente de falangistas, denunciaron también a Carrillo.
Y aunque la ley debe ser igual para todos, el juez rechazó esas demandas aplicando la misma Ley de Amnistía que él quebrantaba.