Ahora en serio, después de todos estos años, ¿tú en serio estás indignado? Me refiero a todos estos años de prestaciones descomunales y de derecho a casi todo, sin casi trabajar, sin casi tener que dar un puñetero palo al agua. ¿Estás indignado? ¿Indignado por qué exactamente? ¿Porque ya no te va a ser posible vivir como Dios haciendo el vago? ¿Porque ya no vas a poder saquear el dinero de los demás y tendrás que vivir del tuyo propio? ¿Estás indignado después de tantos años de tenerlo todo pagado? ¿No crees que el agradecimiento sería un sentimiento mucho más razonable?
El agradecimiento a tantos miles de personas que trabajaron y trabajan como campeones para con sus impuestos poder pagarte tu subsidio de holgazán, tu escuela pública, tu médico gratis. Ellos trabajaron y trabajan como auténticas bestias y además de pagarte con sus impuestos –fruto de su esfuerzo- tu colegio y tu médico y tu subsidio del paro, se pagaban y se pagan su propio seguro médico, llevaban y llevan a sus hijos a un colegio privado y trabajaron sin protestar todas las horas extras que hizo falta.
¿De verdad estás indignado? ¿De verdad crees que todavía te debemos algo? ¿Cuándo llega tu turno? Tu turno de ponerte a trabajar, tu turno de crear riqueza y puestos de trabajo, tu turno de ser tan solidario con los demás como tú exiges que lo sean contigo. Perdona que te lo pregunte, pero ¿cuándo llega tu ejemplo, tu demostración personal, esforzada y sacrificada, de todo aquello en lo que tanto crees?
(Josep Pla)
Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst
Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.
dimarts, 18 d’octubre del 2011
Carta a un indignat
Salvador Sostres: