Primicias del NYT que asombraron a Revel: en el 33, su corresponsal en Moscú, Walter Duranty, más stalinista que Stalin, negó la hambruna de Ucrania; en el 85, su enviado especial a Angola, James Brooke, descubrió que «Angolan writers Bloom in independent climate»; en el 86, previno que los efectos sobre el medio ambiente del Invierno Nuclear (que ya estaba refutado por «Nature») causarían… ¡cuatro mil millones de muertos!Arcadi Espada (El Mundo, 7 de febrero, pág. 2):
Y aquí estamos. Con Garzón.
El juicio a Garzón ha llegado al New York Times, que ha dedicado a su defensa un editorial insolvente y perdonavidas. El editorialista insiste en que Garzón ha sido llevado al banquillo por querer juzgar al franquismo. Sus insinuaciones podían esperarse: España tiene un déficit democrático. No voy a negarlo. En 1977, mediante su Ley de Amnistía, España decidió que ni los franquistas ni los antifranquistas habían cometido ningún delito. No decidió el olvido y el perdón del indulto, sino algo mucho más profundo, en beneficio de la estabilidad. Uno de esos momentos en que un Estado cierra los ojos. El editorialista del Times debería reconocer el instante porque América pasó por él cuando Obama mandó asesinar a Bin Laden en beneficio de la estabilidad y la venganza. El editorial de entonces no insinuaba nada sobre inaceptables ecos totalitarios. ¡Quia!: Obama era descrito como un líder strong and measured. Fuerte y mesurado.