De la misma manera, la esclavitud debe ser comprendida bajo el punto de vista islámico. La esclavitud es parte constante e ineludible de la situación humana. El Islam jamás la ha abolido; tal decreto de abolición no aparece en parte alguna. Lo cierto es que la esclavitud forma parte importante de la Ley Islámica (una cuarta parte del al-Muwatta habla de sus estrictas reglas). La Ley Islámica sitúa al esclavo bajo la custodia doméstica y le asegura ropa y alimentos, en igualdad con el dueño de la casa. Y algo aún más importante: el Islam no considera la esclavitud una desgracia. El esclavo puede obtener su libertad por matrimonio o por medios económicos. Por su esencia, el esclavo trasciende los grados desde la base de la sociedad a los puestos más elevados. Toda la élite de gobierno del estado Osmani fueron esclavos. Desde la esposa de Suleimán el Magnífico a la madre del sultán Abdalhamid, las poderosas, políticamente hablando, esposas de los sultanes habían sido esclavas.
No podemos ignorar que la esclavitud, al ser un hecho inevitable, cuando se esquiva no hace más que metamorfosearse bajo un nombre diferente careciendo por completo de cualquier protección legal. Su alternativa no es la “libertad” del mismo modo que en la situación post-dhimmi tampoco lo es la “igualdad”. El esclavo moderno es, por supuesto, el llamado refugiado político. El refugiado está condenado a la degradación social y al estatus que ofrecen los campos de concentración: impotentes y permanentes ciudadanos de ninguna parte sin patria ni estado. Vietnamitas de Hong Kong, hutus, ruandeses, afganos, tibetanos, palestinos y las masacradas víctimas de Sabra y Shatila. Todos ellos son parte de la esclavitud institucionalizada, vigilada y no liberada por la Comisión de Refugiados de la ONU.
Vull creure que ni el més multiculturalista i anticapitalista occidental acceptaria la reinstauració de l'esclavisme. Però els "progres" musulmans ho tenen molt clar. I si no mireu quina terminolgia fan servir per definir el seu enemic:
Por último, debe tenerse en cuenta que las bases sociales de la sociedad kafir [la societat occidental] institución de la usura, el sistema bancario, que con sus mercados de valores y el papel moneda carente de valor alguno, ha esclavizado al mundo entero por medio del control ejercido por una minúscula oligarquía de criminales aventureros: las grandes dinastías banqueras. Su hegemonía capitalista corporativa ha destruido la ecología del planeta, ha devastado el equilibrio social y el de toda la población. Este sistema, lejos de traer la “igualdad”, lo que ha hecho es garantizar, en su nombre, la opresión de las masas de todo el mundo. La responsabilidad de liberar a la humanidad del capitalismo bancario es la tarea del Reino Medio de la humanidad, la Umma de los pueblos musulmanes. Turquía debe asumir su tarea islámica, tal y como hizo Ghazi Osman, y enarbolar el estandarte plegado que espera a su héroe en Topkapi.
El propósito de este texto es confirmar de forma ineludible que nuestra derrota no fue a manos de soldados, sino de usureros. No hay ejército capaz de resistir al ejército del Islam. Pero tampoco hay usura capaz de sobrevivir a la declaración de guerra proclamada contra ella por Allah y Su Mensajero. Este es el mensaje del temor y la esperanza.