El logro más grande de una civilización no es dotarse de una identidad colectiva que se exprese, de manera simultánea, a través del conjunto social y de los individuos que lo componen. Es exactamente lo contrario: haber alcanzado un nivel de desarrollo económico, de cultura y de libertad que permita a los ciudadanos emanciparse de las identidades colectivas, esos yugos al que nacen uncidos, y elegir voluntariamente su propia identidad, en armonía o en desarmonía con el resto de la tribu. De este modo, un individuo ejercita su soberanía y es auténticamente libre.
Mario Vargas Llosa escriu això en un article en el que explica els resultats d'un grup de treball promogut per la presidència holandesa de la UE que ha dirigit Rob Riemen, cap del Nexus Institute. Aquest grup de treball va constatar la dificultat, per no dir la impossibilitat, de trobar una "identitat europea". L'únic punt en que tothom va coincidir, segons Vargas Llosa, el va formular el filòsof polonès, Leszek Kolakowski, en concloure que "la identidad cultural de Europa reside en la ausencia de cualquier identidad plenamente formada; en otras palabras, en la incertidumbre y el descontento".
"Europa. Una bonica idea?" / Document final del seminari organitzat pel Nexus Institute, en anglès i en pdf.