En una encuesta del instituto de investigación Epinion para la Radio Danesa el 79% de los ciudadanos consultados de ese país se mostraban contrarios a que el primer ministro Anders Fogh Rasmussen se disculpe en nombre de la nación después de la ola de indignación que ha levantado en el mundo islámico la aparición en el diario danés Jyllands-Posten de unas viñetas en las que el Profeta Mahoma aparecía tocado con una bomba a modo de turbante. Los resultados de la encuesta dejan pocas dudas de la apuesta de la sociedad danesa por la libertad de expresión y la firmeza ante el chantaje del fanatismo totalitario islamista.
A pesar de las amenazas de muerte recibidas por los autores de la caricatura – el pasado 31 de enero la redacción del Jyllands tuvo que ser desalojada por una amenaza de bomba -, las manifestaciones de protesta ante las representaciones danesas en Gaza, Yakarta o Riad, las quejas de diez embajadores de países musulmanes en Copenhaghe y el eficaz boicot a los productos de la empresa danesa de lácteos Arla enArabia Saudí, impulsado desde el propio régimen, los daneses no parecen impresionados. El primer ministro Rasmussen ha respondido a las protestas de los embajadores musulmanes que no es nadie para decir a los periodistas qué deben publicar y qué no, y el periódico se ha limitado a publicar una nota de disculpa – que no de rectificación – en la que lamenta haber podido herir la sensibilidad de los musulmanes al tiempo que se reafirma en su legítimo derecho de publicar lo que crea conveniente. Por motivos fácilmente explicables, la compañía Arla – que ha sufrido importantes pérdidas desde que estallara la crisis – se ha desvinculado de la polémica y ha pedido al Jyllands-Posten que rectifique.
La respuesta de las instituciones y la sociedad danesas a las amenazas y las exigencias antidemocráticas de distintos actores del mundo islámico es un inmejorable ejemplo de la única actitud que pueden adoptar las democracias liberales para defender con éxito los valores que las sustentan. Las sociedades abiertas se enfrentan a nuevos totalitarismos que tratan de imponer sus dogmas aprovechando, en una paradoja tan siniestra como conocida, las bondades que éstas ofrecen a quienes viven en ellas. No se trata, como piden algunos, de aplicar la reciprocidad, de cerrar las mezquitas en Europa Occidental hasta que Teherán o Riad permitan abrir templos cristianos en su territorio. Estamos hablando de preservar aquellas libertades – entre las que se cuentan las de culto y expresión – que hacen a nuestras sociedades más propicias para un desarrollo pleno de la naturaleza humana. Legar a las generaciones futuras este sistema es una obligación ineludible para la ciudadanía del mundo libre.
Cuando en 1940 las tropas nazis invadieron Dinamarca y obligaron a los judíos a identificarse portando en su ropa la Estrella de David miles de daneses, arios más puros que muchos dirigentes nazis, encabezados por su rey, Christian X, se lanzaron a las calles portando orgullosos y desafiantes la estrella amarilla. Ahora, más de seis décadas después, ante un enemigo distinto en las formas – aunque no en el uso de la violencia masiva -, los daneses, con determinación y sin dramatismos, nos vuelven a mostrar el camino.
(Josep Pla)
Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst
Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.
dissabte, 4 de febrer del 2006
Dinamarca y la sociedad abierta
Reprodueixo tot seguit un article que m'ha adreçat el periodista Marcel Gascón que, des d'avui, sap que té aquest blog obert a les seves col·laboracions.