El periodista Hermann Tertsch ha sido despedido del periódico El País por participar en programas de Telemadrid, en concreto en "Madrid Opina". El presidente de Prisa, Jesús Polanco, anunció este jueves que "la contradicción" de la presencia del periodista en la televisión autonómica "ha sido superada. Lo verán "muy pronto todos los lectores del periódico". Fuentes cercanas al periodista confirmaron a Libertad Digital que Tertsch está negociando el finiquito. El presidente del diario independiente de la mañana también aprovechó para acusar al PP de guerracivilista, apoyar un partido "de derechas laico" y pedir una televisión en Madrid.
Lamentablement, benvingut al club.
ADDENDA.- "El Confidencial" també se'n fa ressò amb un article titulat "Roma no paga traidores".
“O abandonas Telemadrid o dejas de trabajar con nosotros”, le dijo la dirección del periódico. El periodista, muy critico con la política exterior del Gobierno y, más en concreto, con la estrategia antiterrorista, optó por negociar el finiquito. Otras fuentes aseguran que ni siquiera se le ofreció esa oportunidad. Se trataría, por lo tanto, de un despido puro y duro.
ADDENDA 2.- Periodista Digital també destaca l'acomiadament de Hermann Tertsch.
Desde el régimen del dictador Castro hasta las amenazas contra la COPE, desde Batasuna y Esquerra hasta el intento de la izquierda por crear una "extrema derecha". Tertsch siempre ha dicho que no, firme como es. Y eso pasa factura.
Pasan factura cosas como ésta, dicha en una entrevista concedida hace apenas un par de semanas a Periodista Digital:
"Que aparezca una bandera anticonstitucional, o dos, en una manifestación de centenares de miles de personas no es un problema. En este país, se ha visto electoralmente siempre, no hay una extrema derecha, aunque muchos quisieran que la hubiese y muchos están haciendo mucho por que la haya, y no es precisamente la derecha la que está buscando que haya una extrema derecha. Creo que están en otros lugares los que intentan generar y promocionar a una extrema derecha".
Cosas así molestan en la casa de Polanco. Son tiempos difíciles en Moncloa y necesitan sumar, no restar. Como llamar a Castro el "triste Ceausescu de las Antillas". O como cuando decidió desmarcarse de su medio para apoyar a la Cadena COPE ante las amenazas de cierre.