Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst

Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.

Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.

dimarts, 26 de febrer del 2008

Greenspan també s'equivoca

Alan Greenspan ha estat un dels millors directors de la història de la FED. Aquesta afirmació és compartida gairebé per tothom. Però al final dels seus 18 anys al capdavant del banc central nord-americà, Greenspan es va equivocar. El seu error va ser mantenir els tipus d’interès massa baixos durant massa temps.

Entre enero de 2001 y junio de 2003 la Fed recortó el precio del dinero del 6,5 al 1%. Este nivel de llegada situó los intereses en su cota más baja desde 1958. Por sí solo, este hecho ya ponía de manifiesto la excepcionalidad de la situación. Si el pinchazo de la burbuja tecnológica a partir de la primavera de 2000 ya venía poniendo en aprietos al crecimiento norteamericano, el shock provocado por los atentados del 11 de septiembre de 2001 paralizó la actividad económica.

De ahí que la Fed de Greenspan se viera obligada a poner toda la carne en el asador y redujera los tipos al 1%. ¿Se equivocó por abrir tanto el grifo del dinero? Los expertos no lo creen así. "Actuó de ese modo para luchar contra la recesión. Hizo lo correcto", afirma Erick Müller, director de inversión de renta fija de Fidelity. "Logró el propósito de que la economía saliera de la recesión", añade Marta Alonso, gestora de Atlas Capital.

Entonces, ¿por qué se le acusa? Básicamente, por no haber subido los tipos con la misma velocidad con la que los bajó. Para Erick Müller, esta asimetría "fue el detonante de la adopción de unos riesgos excesivos". En efecto, Greenspan mantuvo los intereses en el 1% hasta junio de 2004, momento en que empezó a subirlos. Eso sí, él mismo se encargó de adelantar que el incremento iba a ser "mesurado". En ese momento, los agentes económicos y financieros comprendieron que iban a disfrutar de unas condiciones históricamente favorables para endeudarse e invertir.

Y las consecuencias no se hicieron esperar: se disparó la concesión de hipotecas, la emisión de productos cada vez más sofisticados a partir de esos créditos, el apalancamiento de las compras empresariales, el endeudamiento familiar... Vamos, el caldo de cultivo ideal para que camparan a sus anchas productos como las subprime o hipotecas basura o de alto riesgo, que han terminado dando nombre a la crisis.

Greenspan, sin embargo, no ha dado su brazo a torcer. En su defensa, ha alegado que ningún banco central puede controlar el valor de los activos financieros y que resultaba imposible adivinar el desaguisado que han acabado provocando productos como las hipotecas basura. Pero no es suficiente.

Teniendo en cuenta su dilatada experiencia, ya que creó su propia consultora -Tonwsend- Greenspan - en 1953, debería haber previsto que unos intereses tan bajos eran como un caramelo en la puerta de un colegio para los agentes económicos y financieros. Desde esta perspectiva, el maestro no tiene un expediente inmaculado.