Adéu a Nihil Obstat | Hola a The Catalan Analyst

Després de 13 anys d'escriure en aquest bloc pràcticament sense interrumpció, avui el dono per clausurat. Això no vol dir que m'hagi jubilat de la xarxa, sinó que he passat el relleu a un altra bloc que segueix la mateixa línia del Nihil Obstat. Es tracta del bloc The Catalan Analyst i del compte de Twitter del mateix nom: @CatalanAnalyst Us recomano que els seguiu.

Moltes gràcies a tots per haver-me seguit amb tanta fidelitat durant tots aquests anys.

dimecres, 5 de març del 2008

Política exterior

Chávez comprant armes a RússiaArcadi Espada:
¿Es concebible un país sin política exterior? Sí, España. Cuatro horas de debate entre los dos únicos candidatos que pueden llegar al Gobierno arrojaron una conclusión que yo no creo, francamente, que tenga precedente alguno: ni una sola palabra sobre política exterior. Ni una sola, y no me olvido de Irak, mero asunto interno y otra variante del obsceno juego con los muertos. Un país que, negándose absurdamente a reconocer a Kosovo, ha dado razones a los delirantes que piensan que Kosovo es el País Vasco o Cataluña. Un país callado y estrábico ante la última audacia de Sarkozy, esa Unión Mediterránea que acaba de obtener el decisivo reconocimiento de Merkel y de la que ninguno de los dos candidatos dijo nada porque no sabían qué. Un país, por llegar al fin de este recorrido coyuntural, inmediato, que yace en una asombrosa inactividad, en un pastoso desconcierto ante la crisis más grave que ha vivido Latinoamérica después de la guerra de las Malvinas, es decir, el enfrentamiento entre Colombia y Venezuela a propósito de la legitimidad del terrorismo, que no otro es el asunto central de la crisis.

Esta desaparición de España de la crisis, y su derivada incapacidad para arrastrar a la Unión Europea a desempeñar algún papel es especialmente dramática. Durante muchos años, en el franquismo y en la democracia, España ha sufrido las consecuencias de la incomprensión (y hasta el desprecio) de sus vecinos respecto a los crímenes del terrorismo, que hasta hace un par de días consideraron un asunto interno. Y no sólo eso: España sufrió la organización de un santuario terrorista en su frontera, a la manera cómo la está sufriendo Colombia en sus fronteras con Venezuela y Ecuador.